Entre las dificultades que más se repiten cuando se está aprendiendo a pintar se encuentra la mezcla de colores, un proceso que a simple vista parece carecer de complejidad, pero que representa uno de los factores determinantes para saber la calidad que tendrá un cuadro.
Si bien son sólo tres los colores más importantes, los que llamamos primarios; es a partir de ellos que obtenemos una extensa gama de colores y tonalidades tan distintas que tardaríamos horas en nombrarlos. Esto nos brinda una incontable cantidad de posibles combinaciones de las que tendremos que seleccionar sólo algunas que son las que le darán vida al cuadro que se pintará.
Aprender a elegir las tonalidades adecuadas para la mezcla de colores requiere de practica constante y los consejos para mezclar colores correctamente que compartimos con ustedes harán que disminuyan los errores que puedan surgir.
¿Cómo empezar a mezclar colores?
La práctica es fundamental
La mejor forma de conocer cuáles son las distintas tonalidades que se obtendrán luego de mezclar dos o más colores es a través de la práctica. Es cierto que es una tarea que puede llegar a estresarnos, pero llevarla a cabo hará que poco a poco dominemos las tonalidades y ya no necesitemos de apuntes para conseguir el color que necesitemos.
Mezclas pequeñas, resultados grandes
Para empezar con la mezcla de colores se tienen que utilizar pequeñas cantidades, es un consejo obvio, pero sorprendería saber que muchos utilizan grandes cantidades de pinturas que se echan a perder cuando no se realiza en la proporción adecuada. Cuando se tienen grandes superficies por cubrir y ya sabemos cuál es la proporción adecuada para obtener determinado color, debemos mezclar una considerable cantidad de pintura con el fin de tener lo suficiente para el lienzo que estamos pintando y evitar el que se acabe y tengamos que volver a mezclar en las mismas proporciones para no variar el tono.
Tener cuidado con los colores oscuros
Los colores oscuros son quienes más se hacen notar al hacer una mezcla de las mismas proporciones; si no es lo que deseamos obtener, tenemos que realizar la mezcla aplicando el color más oscuro en pequeñas cantidades hasta obtener el matiz que necesitamos.
Mezclar sólo cuando sea necesario
Luego de pintar nuestros primeros cuadros nos daremos con la sorpresa que existen ciertos colores y matices que utilizamos con frecuencia y que el tiempo empleado en obtener esos colores es demasiado. Si esto sucede, debemos plantearnos el hecho de comprar pintura de los tonos utilizados para evitar realizar mezclas y así ahorrar tiempo que podemos emplear en la realización de otras actividades.